Dentro de un entorno laboral tan dinámico como el local, varias empresas no consideran errores repetidos que terminan desmotivando al talento de alto nivel. A continuación, exploraremos dónde se pierde el talento y cómo logras solucionar esta problemática.
1. Falta de precisión en el perfil
Uno de los problemas más comunes es no definir adecuadamente el perfil del cargo. Numerosos procesos de contratación no explican requisitos esenciales, lo que genera que candidatos muy preparados no postulen.
Si el profesional no entiende de manera precisa cuál será su función, difícilmente tendrá involucrado. Un perfil estructurado muestra la identidad de la organización, y conquista a quienes comparten esa misma mentalidad.
Sistemas lentos y poco claros
El ritmo es determinante. Según informes actuales, una gran mayoría de los postulantes pierden interés en procesos largos o donde no hay retroalimentación.
Cuando tu empresa demora un tiempo prolongado en responder a los candidatos, es altamente posible que los más demandados ya estén comprometido con otra alternativa. Un proceso ágil, automatizado y con retroalimentación fluida incrementa la satisfacción del participante.
3. No oferta competitiva
Los profesionales locales valoran con fuerza que el beneficio financiero. Factores como la flexibilidad, el desarrollo profesional, o la cultura empresarial pesan más.
Si tu empresa no expresa de forma visible su propuesta de proceso de selección para reclutar mejor talento valor, probablemente que deje escapar a candidatos interesantes. Presentar planes de formación, políticas de bienestar, y ventajas atractivos distingue una superioridad competitiva.
Procesos de selección poco estructuradas
Numerosas organizaciones todavía dependen en percepciones no técnicas al evaluar candidatos. Esto causa malas decisiones costosos.
Adoptar pruebas psicolaborales, dinámicas de grupo, o tecnologías automatizadas permite valorar mejor a los participantes, eliminando sesgos y aumentando la efectividad del resultado.
Carencia de retroalimentación
El final del proceso también cuenta. Valorar el tiempo del profesional no seleccionado fortalece la imagen empleadora. Dejar la comunicación de cierre afecta la experiencia con la empresa.